MOTIVAR, ¿UNA TAREA IMPOSIBLE DEL ENTRENADOR?
Cuando hablamos de los entrenadores de fútbol, una de sus tareas en las que mucha gente hace énfasis es en la motivación y, generalmente, se habla del tema dándole mucha importancia pero definiéndolo poco y presentándolo como uno de los aspectos que sólo logran los entrenadores de “especiales”. Hay incluso entrenadores a los que se cuestiona su capacidad pero se dice que son motivadores natos o grandes motivadores, y bueno, también hay jugadores que se quejan de entrenadores que no los motivan.
Quizá por esto último es que muchos entrenadores se centran en la búsqueda de la motivación de sus pupilos, lo curioso es que la mayoría de estos lo hacen a los gritos y alentando, probablemente porque piensan que así es como se consigue motivar a la gente en general, pero, ¿funciona?
En un primer momento, sí, quizá porque el jugador que escucha el grito de aliento de su entrenador lo asocia con el de un aficionado, o puede ser porque cree que el mister ya es su hincha particular, pero el punto es que esto de los gritos y el aliento no funciona como táctica a largo plazo. Y los vídeos y grandes discursos antes de los partidos tampoco. Ojo, que no estoy diciendo que no se deba alentar, dar discursos o hacer alguna proyección particularmente inspiradora. No, lo que digo es que motivar es algo más que eso.
Vayamos por partes. Si revisamos la RAE, tenemos que motivar pasa por dar o explicar motivos, que tiene que ver con influir en el ánimo de alguien para que actúe de cierta forma y, muy importante, se diferencia de ordenar en la medida en que el que motiva no impone u obliga. Este último punto es muy importante, pues aunque los entrenadores saben que no se puede obligar a alguien a estar motivado, parece que a veces lo olvidan y para motivar sólo gritan más fuerte.
Y es que, aunque se trata de dar motivos para hacer tal o cual movimiento en el campo, apretar una marca o mantener una posición, para que esto funcione bien y “realmente” haya motivación, es indispensable conocer los motivos del jugador para estar en esto del balompié. Si bien en principio el que juega futbol lo hace para divertirse, hay que señalar que hay quienes disfrutan más no equivocándose en lugar de logrando algo, quienes privilegian el gozo individual sobre el éxito colectivo y, porque no decirlo, quienes ven en este deporte un medio para obtener recursos económicos.
Bajo esta perspectiva, el entrenador además de saber del juego tiene que conocer a los jugadores, de lo contrario difícilmente los motivará para jugar de una manera específica y además ejercitarse, practicar y hacer lo necesario para mantener y mejorar su nivel individual y colectivo. Como ven, la tarea no es imposible más si es bastante compleja y requiere de esfuerzo, conocimientos y práctica, pues si sólo se sabe gritar para alentar es mejor ser aficionado.
Gustavo Lemus
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