DIFERENCIAS CONCEPTUALES DEL ERROR EN EL MUNDO.
Hace ya mas de 7 años que estoy en el extranjero, exportando y trabajando una manera de entender el Fútbol con unos fundamentos muy claros, muy reconocibles en nuestra metodología, idea, estilo y filosofía del juego.
En este articulo no voy a definir ni hablar, incluso ni mencionar dichos principios del juego, pues seria tarea de difícil síntesis, donde necesitaría varios capítulos y espacios de debate para que os los pudiera transmitir (a lo mejor en futuras colaboraciones debatimos más específicamente sobre este tema).
Escribo estas lineas, para aportar mi grano de arena, y experiencia relacionada con un concepto, para mi de capital interés, y de gran importancia en el proceso de formación de un jugador.
En este articulo quiero hablar, debatir, discutir, en definitiva explicaros desde mi experiencia en Clubes y Federaciones de varios continentes, países de gran diferencia cultural, lingüística, política y religiosa, como pueden ser, Estados Unidos, Egipto, Mali, Ucrania, Japón, China, Kazajistan, Rusia...
Os voy a escribir sobre el ERROR. De la diferencia de trato que tiene el ERROR, en distintos modelos culturales. De la importancia y peso especifico de ESTE, en cada uno de los pasos y peldaños que un chico tiene que superar para convertirse en profesional del Fútbol.
Mientras que yo (y creo que muchos de los que defendemos el crecimiento y progresión a través de una enseñanza guiada pero nunca impuesta) entendemos el ERROR como un aliado en el proceso de aprendizaje, en muchas de las sociedades y culturas de alrededor del mundo se asocia el ERROR a FRACASO, CASTIGO, PENALIZACIÓN… Enemigo numero 1 en este proceso educativo.
Para mi, el ERROR nos muestra un camino, un espacio donde tenemos que mejorar, donde hay que replantearnos cosas, donde debemos exigirnos más (formadores y jugador), para seguir en la mejora de todos los aspectos relacionados con el aprendizaje.
Las lineas anteriores me parecen bastante claras e inteligible para cada uno de nosotros, pero si entráramos en descifrar, en intentar entender el por qué esta diferencia conceptual del trato del ERROR en diferentes espacios del mundo, tendríamos que hacer un ejercicio más complejo de informarnos sobre la historia de estos países. Conocer mas su pasado, tradición, cultura, lengua, religión… para de esta forma tener una foto más clara del porque el ERROR tiene estas diferentes interpretaciones y aun más importante, focalizarnos cuales son las distintas consecuencias que siguen al hecho de ERRAR, para un niño en proceso de formación.
Aunque esta es una tarea de grandes dimensiones, desde mi espacio os invitaría a intentar hacer este ejercicio de empatía, que ademas ayuda a tener una visión más global y menos sectaria del mundo.
Las consecuencias que se derivan de este trato diferencial del ERROR, afectan directamente a la creación, nacimiento de un perfil muy claro de futbolista. Es evidente que en culturas y sociedades donde el error penalice mucho, habrá una falta y carencia de jugadores talentosos. De valientes con balón y querer ser protagonistas del juego a través de la posesión, de jugadores que quieran intentar, intentar, intentar, intentar… sin miedo alguno a represalias en forma de penalización deportiva. (posiblemente no solo afecta al segmento deportivo, posiblemente también deriva a otros campos sociales no relacionados con el fútbol).
Según mi opinión, la diferencia la marcan la suma de aspectos y conceptos, como la metodología, tareas de trabajo, ejercicios, sesiones, toma de decisiones del entrenador… pero para mi lo que substancialmente (y que afecta directamente al perfil de jugador y juego colectivo) diferencia nuestra visión de este juego, es la adopción del ERROR como concepto integrador, como ayuda y apoyo en el proceso de aprendizaje del jugador.
Finalmente me gustaría transmitir que aunque entendamos y respetemos esta situación, en caso de que quisiéramos cambiar este concepto en sociedades muy diferentes a la nuestra, esta no es una tarea fácil, muy exigente, motivadora, de crecimiento profesional y personal (a menudo agotadora física y mentalmente), pero que SE PUEDE LOGRAR. Si lo que realmente queremos es ayudar al jugador talentoso, debemos “sobre proteger” su personalidad futbolística, potenciar un entorno que le permita expresar su fútbol y personalidad, supervisar (a niveles casi obsesivos) su crecimiento en un entorno culturalmente “hostil” para la imaginación e improvisación. Es muy importante crear un escenario donde exista el ERROR, para aprender de él y seguir creciendo.
Jordi Gratacos
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